De ese modo impuso una nueva sanción contra esa nación por la decisión de Moscú de invadir Ucrania el mes pasado.
EE.UU. inició una apertura hacia Arabia Saudí y Venezuela para reemplazar el petróleo ruso
El presidente de Estados Unidos se pronunció de esta manera después de que su colega ucraniano, Volodímir Zelenski, pidiera a los funcionarios de Occidente que incrementaran las medidas de represalia contra Rusia por el conflicto bélico en su vecino país.
En este contexto, EE.UU. inició durante el fin de semana pasado una apertura diplomática hacia Arabia Saudí e incluso Venezuela, en busca de conseguir que reemplacen el petróleo ruso, que está desapareciendo del mercado global.
En las últimas horas, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, sostuvo que su país está dispuesto a venderle petróleo a Estados Unidos «si hiciera falta para la estabilidad del mundo».
Aseguró Maduro que Venezuela «siempre va a estar al frente de las iniciativas para estabilizar el mercado petrolero, el mercado gasífero y el mercado energético».
El líder opositor venezolano, Juan Guaidó, por su parte, no estaba informado del giro diplomático -y comercial- que planeaba Washington y que comenzó a tomar forma recientemente, según publicó el diario New York Times.
Las exportaciones de energía, como gas y petróleo, permitieron a Rusia mantener una constante afluencia de dinero, a pesar de las severas restricciones dispuestas recientemente en su sector financiero, según reportaron medios internacionales.
«Estoy anunciando hoy que Estados Unidos está golpeando una arteria importante en la economía rusa. Estamos imponiendo una prohibición a todas las importaciones de petróleo, gas y energía rusos», dijo Biden, en un discurso televisado desde la Casa Blanca, en Washington.
Aclaró que el petróleo ruso ya no será aceptado en los puertos estadounidenses y enfatizó que si bien esta decisión puede generar consecuencias negativas para la propia economía estadounidense, se tomó con un sólido respaldo del Congreso nacional y del país en su conjunto, ya que EE.UU. seguirá apoyando a Ucrania tras la invasión dispuesta por Moscú.
«Estoy anunciando hoy que Estados Unidos está golpeando una arteria importante en la economía rusa»
A propósito, Biden dijo que los estadounidenses verán un aumento de los precios de los combustibles en su país y agregó: «Defender la libertad tendrá un costo».
El mandatario aclaró, de todos modos, que la medida anunciada por su Gobierno fue debatida durante «estrechas consultas» con aliados y socios, particularmente en Europa.
Reconoció que algunos países del viejo continente dependen más de los suministros de energía rusos y por lo tanto, no es posible que puedan unirse de inmediato a la decisión de EE.UU.
Este anuncio marcó el más reciente intento de Biden de aislar a Rusia de gran parte de la economía mundial y garantizar que la invasión de Ucrania sea una pérdida estratégica para el presidente Vladimir Putin, incluso si logra apoderarse del territorio.
«Ucrania nunca será una victoria para Putin», enfatizó el jefe de Estado norteamericano.
Esta semana, la Unión Europea (UE) se comprometerá a eliminar su dependencia de Rusia para satisfacer sus necesidades energéticas lo antes posible, pero llenar el vacío sin paralizar las economías de los países del bloque llevará algún tiempo.
El Reino Unido, que ya no forma parte de la UE, anunció este martes que el petróleo y los productos derivados del petróleo de Rusia se eliminarán gradualmente a finales de año.
A diferencia de los Estados Unidos, que es un importante productor de petróleo y gas, Europa depende de las importaciones para el 90% de su gas y el 97% de sus productos derivados del petróleo. Rusia suministra el 40% del gas de Europa y una cuarta parte de su petróleo.
«Ucrania nunca será una victoria para Putin»
En 2021, los Estados Unidos importaron aproximadamente 245 millones de barriles de petróleo crudo y productos derivados del petróleo de Rusia, un aumento anual del 24%, según su Administración de Información de Energía.
Mientras tanto, la embajadora de los Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, aseguró ante el Consejo de Seguridad que Putin tiene un plan para «destruir y aterrorizar» a Ucrania y advirtió que el mundo debe estar preparado para «un camino muy largo y muy difícil».
«Hemos visto imágenes de ancianos huyendo, una mujer muerta en su silla de ruedas, niños muriendo en los brazos de sus madres y una mujer que es llevada desangrada al hospital. Estas son las imágenes que vemos a diario de lo que sucede sobre el terreno en Ucrania», detalló Thomas-Greenfield.