Por Pedro Reynoso, Coordinador LabTec CEDyAT
El lema del Día Mundial del Agua 2023 es “Acelerar el cambio”, con una llamada a la acción para la sociedad centrada en la necesidad de tomar medidas destinadas a resolver la crisis hídrica y de saneamiento a nivel global.
Los debates generados en las Unidades de Vinculación Tecnológica (UVTs) habilitadas por la Ley 23.877, en el encuentro organizado por CEDyAT en su Laboratorio Tecnico de Innovación, giraron en torno al potencial de la inteligencia artificial para “acelerar el cambio”
Las tecnologías emergentes son objeto de discusión, y la inteligencia artificial se posiciona como una herramienta clave para impulsar el crecimiento y la eficiencia en la gestión pública.
La Región Metropolitana de Buenos Aires se desarrolla sobre un sistema de cuencas de escasa pendiente que desemboca en el río de La Plata. Al situarse en este territorio la mayor densidad poblacional del país, se plantean problemáticas de gestión hídirca ambiental relativas a las difíciles condiciones de escurrimiento, la adaptación de la urbanización al medio natural y la degradación de los cursos. La región se implanta sobre cinco grandes cuencas hidrográficas perpendiculares al río de La Plata; de norte a sur se sitúan las cuencas del río Luján y Reconquista, la cuenca del río Matanza-Riachuelo hacia el suroeste, las cuencas de la Ciudad de Buenos Aires -con cursos totalmente entubados- y, por último, la cuenca de la zona sur.
El agua afecta a todos, por lo que se necesita que todos tomemos medidas
En ese contexto, las tecnologías emergentes, en particular la inteligencia artificial (IA), tienen un alto potencial disruptivo para resetear la gestión del agua en la era digital, mejorando la definición de políticas públicas, el suministro de servicios a los ciudadanos y la eficiencia interna de las administraciones. Los procesos de innovación abierta combinan ideas internas y externas dentro de plataformas, arquitecturas y sistemas informáticos que mejoran su gestión. En especial la implementación de la IA en el sector público puede potenciar su capacidad para lograr impactos sociales, económicos y ambientales para el bienestar de los ciudadanos.
La IA está presente en nuestro día a día casi sin darnos cuenta ya sea en nuestros dispositivos móviles, asistentes virtuales de voz o electrodomésticos del hogar. La información que se comparte en dispositivos móviles y en las redes sociales puede proporcionar a las autoridades una comprensión más profunda de las necesidades y demandas de los ciudadanos. Con la ayuda de la IA, esto puede conducir al diseño de servicios personalizados que ahorran tiempo y recursos. Los sistemas de IA también pueden mejorar la interacción con los ciudadanos y aumentar la satisfacción con el desempeño del gobierno al ofrecer respuestas rápidas y precisas. Es una tecnología que supera en muchos aspectos el desempeño humano, especialmente en el procesamiento de grandes volúmenes de datos. Por lo tanto, la IA es útil en varios campos, permitiendo no solo obtener mejores resultados, sino también procesos más eficientes y rápidos.
La capacidad de la IA para procesar grandes volúmenes de datos permite la reducción de retrasos y tiempos de respuesta, la disminución de costos, la gestión de recursos limitados, el desarrollo de tareas repetitivas y rutinarias, el mejoramiento de proyecciones y predicciones, y la ejecución de tareas dispendiosas, como la revisión de miles de documentos e informes para extraer contenido relevante. Sin lugar a dudas, es una herramienta poderosa que ayuda a mejorar la eficiencia y la efectividad en diversos campos, gracias a su capacidad para procesar grandes volúmenes de datos y realizar tareas complejas de manera eficiente y rápida.
Este tipo de tecnología tiene un sinfín de oportunidades en el sector de los recursos hídricos. Las principales acciones de la IA en este la gestión de los recursos hídricos están orientadas a lograr un desarrollo sostenible y un uso eficiente de este valioso recurso.
Optimizar los recursos hídricos, mitigar las pérdidas o impulsar la gestión sostenible del agua son algunas de las aplicaciones que permite la aplicación de la inteligencia artificial. Además, gracias a este tipo de tecnología, es posible mejorar la gestión del agua desde una perspectiva sostenible e inteligente
Otra de sus aplicaciones está destinada al tratamiento de agua potable y las aguas residuales. Y es que la IA permite la optimización de los procesos involucrados en estos ámbitos con el fin de reducir tanto costos como la energía empleada. Aplicar técnicas de Machine Learning o Deep Learning (que forman parte de la IA) combinado con modelos físicos ayudan a los gestores del sector del agua a planificar estrategias y planes para hacer frente a situaciones de crisis. Y no solo esto, la aplicación de la Inteligencia Artificial ayuda a pronosticar cambios en los patrones climáticos tomando como referencia las condiciones del suelo y del agua. Esto supone una gran oportunidad para poder predecir cómo será el clima en el futuro y poder así, mitigar sus efectos.
Estas capacidades incluyen que puede automatizar tareas repetitivas y rutinarias, lo que permite ejecutar un alto volumen de trabajo de manera automática y sin necesidad de intervención humana. Además, los algoritmos de IA pueden desempeñar tareas con mayor precisión que las personas debido a su capacidad para procesar grandes volúmenes de datos simultáneamente y responder rápidamente. Puede ser útil en tareas que requieren un alto nivel de atención y agudeza, como la detección de errores en sistemas o reportes, o la prevención de fraudes o robos de información. Así como también, ayudar en la toma de decisiones al procesar y analizar datos para informar sobre tendencias y posibles consecuencias de ciertas decisiones. Además, puede elaborar predicciones más exactas, a menor costo y en un mayor número de áreas, lo que permite tomar medidas correctivas y mejorar la eficiencia de los sistemas.
En resumen, la IA tiene el potencial de mejorar significativamente las administraciones públicas, siempre y cuando se implemente de manera ética y estratégica, teniendo en cuenta los desafíos y preocupaciones que plantea su uso en el sector público. Es necesario trabajar en conjunto para garantizar que la implementación de la IA en las administraciones públicas sea justa, eficiente y efectiva, con el fin de lograr impactos sociales, económicos y ambientales positivos para el bienestar de los ciudadanos.
El Laboratorio de Innovación del CEDyAT se ha destacado en los últimos tiempos por su trabajo en el desarrollo de programas de capacitación en diferentes organismos públicos nacionales y provinciales. La IA se ha convertido en una herramienta robusta que puede transformar la forma en que las administraciones públicas funcionan y brindan servicios a la población. En definitiva, el trabajo que está en debate es fundamental para el desarrollo de una sociedad más informada, más segura y más consciente de las posibilidades que ofrece internet. Los programas de capacitación que se están desarrollando en diferentes organismos públicos son una muestra más de la importancia que tiene la formación de los recursos humanos hacia el mundo digital.
El Centro de Vinculación Tecnológica CEDyAT actualmente trabaja junto al Instituto Nacional del Agua y la empresa estatal Nucleoeléctrica S.A. – operadora de las Centrales Nucleares Argentinas – en el desarrollo del Estudio de Impacto Ambiental para el Proyecto de Extensión de Vida de Atucha I. Además, como UVT Ley 23.877 ha desarrollado actividades en el Ente Binacional Yacyreta. Además junto a la firma EVARSA diseñado e instalado Redes Hidrometeorológicas. En su Laboratorio Técnico funciona el primer Polo Tecnológico Virtual del país “VinTecAr 4.0” conformado por más de 50 entidades del Sistema de innovación nacional inclyendo al Consejo Interuniversitario Nacional (CIN).