La cuestión del medio ambiente es una de las dimensiones que atraviesa los debates sobre los nuevos marcos regulatorios para atraer a grandes inversiones extranjeras. Frente a las facilidades y controles permisivos del RIGI de Javier Milei, asoma un proyecto alternativo de «inversiones estratégicas» en la provincia de Buenos Aires.
La ministra de Ambiente Daniela Vilar habló de las exigencias a grandes inversores en el proyecto de Axel Kicillof. Diferencias con el RIGI de Javier Milei
Tras el anuncio realizado este lunes por Axel Kicillof y en medio del del polémico requisito de adhesión al RIGI, planteado por las autoridades de YPF para definir dónde se radica la megainversión de la planta de GNL , la ministra de Ambiente, Daniela Vilar, esbozó algunos de los ejes que contendrá la propuesta normativa bonaerense.
Durante una visita a Olavarría ,donde participó de la presentación del «Polo Educativo y Recreativo La Máxima» y anunció una inversión de 30 millones de pesos, la funcionaria bonaerense diferenció la iniciativa provincial del RIGI nacional y anticipó algunos de los requisitos que incluirá el proyecto de ley que llegará en las próximas horas a la Legislatura.
«a diferencia de lo que plantea el RIGI, el rol de la provincia de Buenos Aires es poner en el contexto de las definiciones constitucionales. Nosotros tenemos la obligación y la competencia de cuidar los bienes comunes naturales»
«A las grandes inversiones le vamos a pedir lo que se tiene que pedir»
En esa dirección, Daniel Vilar mencionó algunos de los elementos y requisitos que mantendrá o incluirá la provincia en materia medioambiental.
Entre ellas mencionó «evaluaciones de impacto ambiental y poner en valor primero el uso de los bienes comunes naturales para la población y no para el emprendimiento que plantea el RIGI. Conservar los bienes comunes naturales para que cumplan el rol de servicios ecosistémicos. Si planteamos el uso del agua, hay normas que debemos hacer cumplir y evitar el avasallamiento sobre los humedales y bosques nativos» dijo.
A modo de ejemplo, citó el caso de un reciente pedido de una empresa para la instalación de un parque Eólico en Sierra de los Padres: «No tenemos problema y fomentamos las energías alternativas pero no en el medio de una sierra que invada y rompa el servicio ecosistémico que brinda el sistema serrano. Es lo que vamos a seguir haciendo, esa sigue siendo nuestra competencia constitucional y esa es nuestra definición política» aseguró.
«Quizás otras provincias tienen otras definiciones políticas pero la de nuestro gobernador y el ministerio es conservar nuestros bienes comunes naturales y ponerlos en función de los boanerenses. No de intereses económicos del extranjero que por supuesto valoramos las inversiones y los parques eólicos se pueden hacer pero dentro de la normativa y el cuidado del bien común»
¿Cómo va a ser el RIGI bonaerense?
Tras el anuncio hecho por Kicillof, el ministro de Producción, Augusto Costa, dialogó con la prensa sobre los detalles del régimen de fomento para inversiones estratégicas. Sin embargo, aún falta la letra chica del proyecto y también los eventuales cambios que pueda sufrir durante el trámite legislativo.
«El régimen provincial va a requerir que se demuestre claramente cuál es el impacto productivo, económico, social y ambiental en la provincia de Buenos Aires para acceder a beneficios»
Esto implica que, en principio, no va a haber un monto de inversión para adherir ni tampoco se va a limitar a alguna industria o sector productivo en particular.
A diferencia del RIGI aprobado por el Congreso de la Nación, la idea del gobierno bonaerense es designar a una autoridad que evalúe cada presentación para ver si califica y es posibe que se sume al régimen. «En la medida en que cumpla condiciones de generación de valor agregado, de empleo de calidad, de transferencia tecnológica, de desarrollo de proveedores y de impacto en el entramado productivo vamos a tratar de ser amplios», puntualizó el ministro de Producción.
Como contrapartida, los beneficios que ofrecerá el Estado provincial tienen tres ejes: impositivos, previsibilidad y acompañamiento. En concreto, incluirá beneficios vinculado al impuesto a los Ingresos Brutos y Sellos. También estabilidad fiscal por una determinada cantidad de años que aún falta definir.