Una de las primeras medidas que adoptó Javier Milei en política internacional fue declinar la invitación para ingresar a los BRICS y apostar por la OCDE. Axel Kicillof, entre tantos otros, criticó esta decisión y busca esquivar sus consecuencias.
Kicillof participó de un congreso sobre China junto al embajador del gigante asiático en Argentina.
Así lo sugirió el propio gobernador durante el I Congreso de Sinólogos Latinoamericanos que organizó la Universidad Nacional de José C. Paz (UNPAZ). Kicillof fue parte del panel de cierre que se hizo ayer por la tarde junto al embajador de China en Argentina, Wang Wei, a quien consideró «un amigo», y al exembajador de Argentina en el gigante asiático, Sabino Vaca Narvaja.
Desde ahí cuestionó a Milei por las «anteojeras dogmáticas e ideológicas» que condicionan su política exterior.
«La relación entre los países tiene que estar guiada por la inteligencia, por el mutuo beneficio y una visión multipolar de manera que califico de bochornosa la decisión del actual Gobierno de no incorporarse a los BRICS»
Paso seguido, el gobernador reafirmó «la vocación de la provincia de Buenos Aires» de incorporarse al bloque de países del sur global «ni bien tengamos la posibilidad». Kicillof viene aceitando la relación entre el Estado bonaerense y los BRICS desde principios de año. Tal es así que a lo largo de estos meses se reunió con representantes chinos, indios y brasileros, todos miembros fundadores del bloque.
Más allá de la relación entre la Provincia y la asociación de países emergentes, Kicillof ratificó su intención de «profundizar los vínculos con China desde una perspectiva del respeto mutuo y de la felicidad de ambos pueblos». Esto implica, entre otras cosas, «generar proyectos de inversión de China en Argentina», consignó.
¿Qué son los BRICS?
La historia de esta agrupación de países comienza tras la crisis económica de 2008 que dejó en evidencia la debilidad de todo el mundo a los problemas de Estados Unidos y la Unión Europea. Para salir de esa dependencia Brasil, Rusia, India y China (luego se incorporaría Sudáfrica) se asociaron en base a la «amistad, solidaridad e intereses compartidos».