Bahía Blanca: un 24 de marzo distinto

A solo 17 días de la tragedia que dejó 16 fallecidos y cientos de evacuados por las inundaciones del 7 de marzo, Bahía Blanca vivió una jornada de movilización callejera distinta a las demás. Una pequeña multitud marchó en conmemoración de los 30.000 desaparecidos y su compromiso militante, pero también tendieron puentes de solidaridad con los damnificados por el temporal, en una Argentina en la que se intenta instalar que el individualismo libertario ganó la batalla cultural, pero en la que la solidaridad brotó desde los puntos más recónditos del país.

Los organismos de derechos humanos y los afectados por la catástrofe marcharon de la mano en una ciudad en reconstrucción que todavía busca salir del duelo

Las marcas de la tormenta
La magnitud de lo sucedido el 7 de marzo sigue marcando el día a día en Bahía Blanca. A la necesidad de los sectores más vulnerables que han perdido casi todo lo que tenían, se suma una ciudad arrasada en su infraestructura.
Las dramáticas imágenes de la inundación en el subsuelo del Hospital Penna reflejan el golpe a la sanitaria hospitalaria de la ciudad y la región. Quedó en evidencia la urgencia de recuperar áreas clave como Neonatología, Guardia Médica, Quirófano Central y Laboratorio, que funcionaban en ese espacio.
Tampoco quedaron indemnes los 6.500 metros por los que se extiende el Canal Maldonado, aquella obra realizada por el gobierno de Perón a principios de los 50’s y que con su base de 12 metros y una altura de aproximadamente 4 metros había logrado evitar que Bahía Blanca se inunde en numerosas oportunidades.

Eso cambió el primer viernes de este marzo, cuando la fuerza del agua destruyó el 60 por ciento de las losas de hormigón que lo revisten e inundó gran parte de la ciudad

Entre las 16 víctimas fatales de la inundación se encuentra Perla Re, una mujer de 99 años que junto a otras dos personas falleció en un geriátrico de calle Sarmiento, en pleno centro bahiense. Era la madre de Patricia Acevedo, militante de la Juventud Universitaria Peronista cuya vida también terminó de manera abrupta con tan sólo 22 años, el 26 de febrero de 1977 cuando se encontraba en su domicilio en Chiclana 1009.