Kicillof se expresó sobre el escenario electoral en 2023

El Gobernador cerró su visita a Olavarría junto a cientos de militantes. Repasó la gestión, los desafíos y sembró una certeza: «Al menos ahora la derecha dice lo que va a hacer».

«Al menos ahora la derecha dice lo que va a hacer»

En modo militante y sin cassette. Kicillof dejó de lado las formalidades institucionales que había respetado durante una larga jornada de trabajo en Olavarría y habló a sus seguidores con la emoción a flor de piel.
En el parque del Bicentenario de la localidad, encabezó la última actividad de una nutrida agenda que inició a comienzos de la tarde. Entrega de escrituras, visita por un barrio en construcción y una reunión con pequeños empresarios e industriales fue el menú de entrada para un plato principal en el que se vio el rostro más político del mandatario bonaerense.
Frente al monumento a San Martín, lo esperaban cientos de personas. Hubo ronda, mate y reposeras. Pasadas las 17:30, el gobernador arribó junto a los ministros Julio Alak y Cristina Álvarez Rodríguez y recibió una ovación de los presentes.
También lo acompañaron Carlos Bianco y Agustín Simone, dos funcionarios de la primera hora que aún siguen en la gestión pese al cimbronazo del 2021. A ellos, se sumaron los referentes locales César Valicenti – titular del bloque de diputados bonaerense del FdT- y el concejal Maximiliano Wesner, quien asoma como el principal candidato para disputarle la intendencia a Ezequiel Galli (PRO).
El encuentro significó la reedición de las mateadas en la provincia, un formato de intercambio horizontal con las bases del Frente de Todos que caracterizaron a la campaña electoral del 2019 y que se replicaron, con menor intensidad, durante el primer tramo del gobierno – la última se había realizado en Salto a fines de abril-.
El repaso de los primeros dos años de gestión y el Lado B de la pandemia
Distendido pero con pinceladas “al hueso” a la hora de atacar a la oposición, Axel Kicillof inició el conversatorio con un repaso sobre el camino recorrido. En especial, se detuvo en la herencia vidalista y en la inesperada irrupción de la pandemia que condicionaron sus dos primeros años en el poder.

“Ellos se enfocaron en mostrar todo lo malo y se aprovecharon del cansancio también. Machacaron sobre todo con los jóvenes. Los quisieron mostrar como un grupo que se cagó en todo”

“Hay un lado b de la pandemia que no mostró la tele. Al principio se aplaudía a los médicos y después eso se empezó a perder. Decían que eran todos autoritarios” analizó el mandatario bonaerense.
Luego de enumerar acciones de gobierno provincial y logros como la campaña de vacunación o el equipamiento de hospitales, retomó aquella descripción inicial y contrastó el relato de los medios y de la oposición, con las acciones solidarias de los bonaerenses.
“Ellos se enfocaron en mostrar todo lo malo y se aprovecharon del cansancio también. Machacaron sobre todo con los jóvenes. Los quisieron mostrar como un grupo que se cagó en todo” explicó.
En esa misma sintonía, habló de las críticas lanzadas hacia los docentes en épocas de Covid-19. Se los acusó de “no trabajar” cuando “en condiciones complicadas sostuvieron el sistema educativo” consideró.
“La historia que van a escribir ellos va a ser una fiesta clandestina y uno que se escapó en un baúl” advirtió como síntesis opositora de la pandemia. A eso, contrapuso los rasgos solidarios de “un pueblo de la provincia que tiene que afirmarse en cómo los bonaerenses pensaron en los demás, en el otro”, remarcó.
Desde allí, trazó un punto bisagra entre la antesala macrista y la pos-pandemia. Recordó que la provincia “tal como la dejó el macrismo no tenía ninguna oportunidad de dar respuesta” y afirmó que se encontraron con un sistema de salud “detonado”.
“Tenía todos los números para ser un desastre y terminamos con la vacuna libre y federal” planteó. En el plano económico, enumeró las emergencias que debió declarar la Legislatura ni bien llegó a la Gobernación. “Estaba todo en emergencia. Hubo macrismo” sintetizó.