Mientras agita la interna levantando a Vidal y castigando a Larreta por dialoguista, reunió a aspirantes a intendentes para decirles: «No hay aprendizaje cuando la mentira nos gobierna».
«No hay aprendizaje cuando la mentira nos gobierna»
Mauricio Macri se sigue moviendo como un candidato. De dar una entrevista en que repasó toda la interna del PRO por la presidencia, pasó a encabezar un seminario llamado «De la candidatura a la gestión», donde buscó transmitir a candidatos a intendentes su experiencia de ocho años como jefe de Gobierno y cuatro como presidente (menos la reelección que no tuvo). Macri se mostró en su salsa: dando consejos desde un lugar de legitimidad en el que se puso él mismo. Si bien sus aliados evitaron hablar de sus declaraciones sobre la interna, dejó varios planteos como que Horacio Rodríguez Larreta está «muy dialoguista» o que María Eugenia Vidal está «entendiendo como ser más firme». Pese a que en ese reportaje jugó a mostrarse como una suerte de gran elector, nada indica que tenga descartado ser candidato él mismo.
El ex mandatario, pizarrón y marcador en mano, se puso a dar cátedra de cómo gobernar. No se detuvo en detalles como las mecánicas para una corrida cambiaria o cómo solicitar deuda al FMI, su clase discurrió más por los carriles de una charla motivacional para futuros intendentes del PRO. Dijo, entonces, por ejemplo: “El valor de un intendente radica en su capacidad de transformar, sobre todo en aquellos municipios con mucho atraso. Y esto incluye las transformaciones básicas como que la gente abra la canilla y salga agua potable”.
O, en otro momento de su clase magistral: “Ustedes son servidores públicos. Tienen que estar ahí para los ciudadanos, atenderlos cuando los necesitan. Y manéjense con la verdad, aunque sea dura. No hay aprendizaje cuando la mentira nos gobierna”.
Rodríguez Larreta está «muy dialoguista» o que María Eugenia Vidal está «entendiendo como ser más firme»
O, por último: «Siempre recuerden quien les dio el poder y para qué. Nunca dejen de ver la realidad a través de los ojos de la gente. El poder es algo maravilloso para transformar. Pero el poder, y es lo que estamos viendo en Argentina, los puede corromper si no tienen en claro quiénes son”.