Acorralado por los incendios forestales y la caída de su imagen en las encuestas, Javier Milei se sacó el traje de profeta que llevó a la ONU para vestirse de Rambo y observar desde lejos la lucha de los bomberos cordobeses contra el fuego. Recién llegado de Nueva York, el Presidente se trasladó a la provincia para mostrarse preocupado por las 47.000 hectáreas afectadas. Junto al gobernador Martín Llaryora, el mandatario sobrevoló en helicóptero el norte del Valle de Punilla, pero no mucho más: no hizo ningún tipo de anuncio, tampoco una declaración pública, ni siquiera descendió a saludar a los bomberos que hace una semana combaten las llamas.
sobrevoló las zonas más afectadas junto al gobernador Martín Llaryora. No presentó ninguna medida en particular, ni bajó a felicitar a quienes que luchan contra el fuego
Después de una breve escala en Buenos Aires, Milei llegó en el Tango 11 a la Escuela de Aviación Militar. A las 14.30 fue recibido por Llaryora, con quien se fundió en un fuerte abrazo y mantuvo una reunión para conversar sobre los focos de incendio. También viajaron la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; y el de Defensa, Luis Petri. Quien estuvo ausente, y está completamente desligado del tema, es el secretario de Turismo, Deportes y Ambiente, Daniel Scioli, quien tampoco envió a su subsecretaria, Ana Lamas.
Durante el encuentro con el gobernador, Milei escuchó el informe que expuso el ministro de Seguridad local, Juan Pablo Quinteros. Según contaron los participantes, se trató solo de una charla sobre los aspectos técnicos de los incendios y no hubo tiempo para hablar de otras problemáticas que afectan a la provincia como la parálisis de la obra pública.
“Las Fuerzas Armadas están desplegadas, brindando apoyo a los brigadistas. Los cordobeses no están solos, y así se lo transmitió el Presidente al gobernador”, dijo Petri, ante las críticas por la falta de acción del gobierno nacional
Lo cierto es que la excursión de Milei por Córdoba se limitó a un mero acto de presencia. Al igual que en las inundaciones de Bahía Blanca de diciembre pasado, el Presidente se calzó una indumentaria de fajina, simuló “supervisar las tareas de asistencia y rescate” y no anunció ninguna medida en particular. Simplemente, se subió a un helicóptero con Llaryora y durante 40 minutos avistaron desde lejos las áreas de Capilla del Monte, San Esteban y Los Cocos, la zona más afectada por los incendios. Estaba previsto que finalizado el recorrido se acercaran para saludar y reconocer el trabajo de los bomberos que hace siete días luchan contra el fuego, pero finalmente eso no ocurrió.
La imagen fue desoladora. En la base de operaciones de Capilla del Monte, los bomberos habían formado una fila –estuvieron alrededor de una hora bajo el sol– para recibir al mandatario y estrecharle la mano. Se habían acomodado los camiones en hileras, dispuesto el lugar donde iba a aterrizar el helicóptero y regado el terreno. Milei, sin embargo, nunca bajó. El vuelo pasó por encima de ellos y frustró la expectativa de quienes lo estaban esperando. También decepcionó a los vecinos que se habían acercado hasta la ruta 38. Minutos más tarde, los jefes le ordenaron a los bomberos romper filas y descansar. Las caras eran de desencanto. El mandatario ya estaba emprendiendo su regreso a la Escuela de Aviación Militar para partir hacia Buenos Aires.
De necesidad y urgencia
La visita presidencial dejó sabor a poco. No hubo anuncios, tampoco saludos ni declaraciones a la prensa.
El viaje obedeció, más que nada, a la necesidad de salir a dar una respuesta frente a los numerosos cuestionamientos dirigidos hacia la administración nacional por la inacción para combatir los incendios
Desde la Casa Rosada, Manuel Adorni el martes había salido a responderles. “El presidente quiere destacar especialmente la labor de los bomberos voluntarios de Córdoba y el personal de las fuerzas de seguridad que están poniendo el cuerpo para proteger a los ciudadanos. No hay nada más heroico que arriesgar la vida por un compatriota”, sostuvo y remarcó que el gobierno nacional «puso a disposición aviones, helicópteros y brigadistas para contener la situación». La defensa, no obstante, no fue suficiente. Por eso, Milei consideró que era necesario hacer pie en el distrito en el que más votos de diferencia le sacó a Sergio Massa en el balotaje (74 a 26 por ciento).
Mientras los mandatarios exhibían articulación y se regalaban obsequios –Milei se volvió con un poncho con la emblemática estampa del Cura Brochero–, cinco focos de incendio continuaban activos: Capilla del Monte, Villa Berna, Chacaní, Salsacate y La Granja, en donde cerca de 800 bomberos peleaban contra las llamas. Ante la grave situación, los vecinos de las distintas localidades se manifestaron para exigirle al Gobierno que declare emergencia nacional. Milei, por ahora, no dio señales de avanzar en ese sentido.