La cacería en los alrededores del Congreso fue festejada por las cuentas oficiales de presidencia como si se tratara de un triunfo, casi en el mismo plano de la aprobación de la Ley Bases. Mientras avanzaba el tratamiento del proyecto, Milei participó en dos conferencias distintas y agitó el fantasma del golpe, la violencia en las calles y los muertos «que le quieren tirar al Gobierno». Su vuelo hacia Italia para participar del G7 se postergó hasta la madrugada para que Villarruel pueda desempatar.
Acusó de «terroristas» a los manifestantes y dijo que la violencia policial evitó un «golpe de Estado»
El Gobierno no tuvo mejor idea que comparar la movilización de este miércoles frente al Congreso con «un intento de golpe de Estado». Fue a través de un insólito tuit de la Oficina del Presidente, publicado paradójicamente mientras el Senado avanzaba sin mayores problemas con el tratamiento de la Ley Bases. Como si el derecho a la protesta se hubiera borrado de un momento a otro de la Constitución, el mensaje además tildó de «terroristas» a los manifestantes. A juzgar por el festín represivo que se dieron, las fuerzas de Seguridad no dudaron en tratarlos como si lo fuesen: durante toda la jornada hubo balas de goma, gases, cacerías y detenidos a mansalva. El operativo recibió, por eso mismo, la correspondiente felicitación de Javier Milei y de varios de sus ministros. Horas más tarde, un segundo comunicado, a través del cual la Rosada festejó la aprobación en general del proyecto, siguió denunciando la existencia de supuestos «grupos terroristas» y hasta sostuvo que la policía y el resto de las fuerzas «actuaron en defensa de la democracia».