Por Maximiliano Arce
Un vieja premisa dice que si no te la crees, nadie lo hará por vos; si no confías en tus potencialidades nunca serás independiente y si te acostumbras a depender y no tenés intenciones de cambiar, siempres vas a estar sometido a las decisiones de los demás.
¿Qué es eso de neutralidad en una elección bisagra para los argentinos? ¿De dónde sale esa loca idea de no votar porque uno es malo o porque el otro no me gusta? ¿A quién puede beneficiar no ir a votar en un momento así?
Esta línea de pensamiento surge en un día tan importante como este, en el que se cumplen 40 años de una joven democracia que alguien ayudó a construir en una Argentina golpeada por la peor dictadura de la historia.
Precisamente ese presidente, radical él, nunca se habría mantenido neutral ante los avances de un grupo de personas que no han hecho más que destruir su partido y ponerlo en el último escalón de la política nacional; no dejándolo decidir por sí mismo sino sometiendolo a voluntades de unos pocos que mucho han colaborado para que día a día se alejen sus correligionarios.
“Con la democracia no solo se vota sino que también se come, se educa y se cura”, Raúl Ricardo Alfonsín
Me pregunto, con qué van a comer si todo será privatizado, se cambiarás los convenios colectivos de trabajo y se eliminarán las indemnizaciones. Milei mismo dijo que si en un trabajo sos explotado y no te gusta podes renunciar y elegir morirte de hambre.
Por otro lado está la parte de la educación, ¿quién va a pagar los vouchers? Ya no será más gratuita; menos de calidad y mucho menos como lo es hoy, donde todo aquel que quiera puede acceder.
La salud, derecho fundamental de cualquier pueblo. ¿Alguien que defiende el sistema democrático puede tolerar que sea un bien de mercado?, bueno, será eso.
Es ante este tipo de cuestiones, algunas porque hay miles para mencionar, que no se puede ser neutral. No, bajo ningún punto de vista.
La UCR debe acostumbrarse a perder elecciones pero sin bajar sus banderas, sin rifar sus ideales y mucho menos, sin despegarse de la premisa de que “Los hombres pasas y las ideas quedan”.
Hay tanto para decir y tantas cosas para justificar que el voto no es en este caso a favor de, sino en contra de algo que será terrible para el país y cada uno de los que lo habitamos que me quedo sin tiempo para realizar esta reflexión.
Ya vivimos épocas de oscuridad, y con mucho sacrificio y valentía logramos superar, no volvamos por tibieza a esos tiempos. No merecemos eso.
No están de acuerdo con el peronismo, se entiende; no quieren que haya Kirchnerismo en el poder, ningún problema, también se acepta; no quieren lo que llaman populismo, es un gran punto a tener en cuenta pero, ¿acaso quieren un pseudodictador acompañado de quien los usó para llegar al poder y luego los desechó como a un diario de la semana anterior?
Esto es ahora o nunca y la UCR, la verdadera UCR, no es de andarse con medias tintas; no busca cargos, no se prende para llegar al poder a costa de las causas por las que siempre luchó. Debemos, todos, recordar y hacer honor a esas luchas.
Esta reflexión es en este día, por la fecha, por la memoria y por lo que significa; pero también es por lo que significa el gran partido argentino al que están poniendo en una de las mayores encrucijadas de su historía.
“Yo sigo ubicandome en el mismo lugar, lo que pasa es que los demás se corrieron a la derecha”, Raúl Alfonsín