Milei volvió a recibir a Macri en la quinta de Olivos tras las fuertes críticas del fundador del PRO a su entorno. A pesar de la orden de preservar las relaciones, los armadores libertarios se muestran reticentes en ceder y perder lo acumulado en las negociaciones electorales que mantienen con los aliados.
instruyó a sus armadores, que no quieren ceder terreno, a que “cuiden la relación con el PRO”
El Presidente guarda gran estima y respeto por el fundador de Juntos por el Cambio, por eso volvió a recibirlo en la residencia de Olivos, mano a mano, a pesar de los dardos contra el asesor presidencial, Santiago Caputo, y su hermana, Karina Milei, que lanzó el exmandatario.
Quince días después de la última reunión, Macri volvió a Olivos, en esta oportunidad para hablar de varios temas y limar asperezas. El menú se repitió: milanesas y flan mixto -para el titular del PRO que se fue a las 23-, en un encuentro distendido de dos horas, en el que -aseguran- no hubo mención al discurso crítico del expresidente en La Boca ni ofrecimientos electorales.
Pasada la euforia, el ingeniero volvió a mensajear al asesor presidencial en una especie de cese al fuego, y retomó contacto con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
están dispuestos a darle reconocimiento al expresidente y entregarle la tan ansiada medalla de bronce, siempre y cuando no implique ceder ninguna de las cajas
El pedido de Milei y la negociación electoral
En honor al respaldo que recibió de Macri en el balotaje, el libertario instruyó a sus alfiles encargados de negociar los acuerdos legislativos de cara al 2025 a que preserven el vínculo con el PRO y “cuiden las formas”.
La orden directa es “no caranchear” la interna de los amarrillos que lleva por un lado a Bullrich, dispuesta a una fusión con La Libertad Avanza, y por otro a su titular, que aspira a mantener la independencia y el espíritu crítico. “No le va a quedar mucha alternativa”, plantearon sobre el rol del Macri en los tiempos venideros.
el entorno libertario al que apuntó el expresidente no está dispuesto a “regalar nada” y prioriza la autopreservación a la hora de negociar con sus aliados
La intención es abonar a la consolidación de un sistema bipartidista que enfrente al peronismo -hoy en crisis tras la denuncia por violencia de género contra el expresidente Alberto Fernández- y a La Libertad Avanza.
“Nos conviene representar al 55% de los argentinos que está del otro lado del Rubicón. Si hace falta el PRO, el radicalismo, es discutible, pero solo porque somos buenos no porque haya necesidad”, plantearon desde el círculo rojo del Presidente.