Otro operativo desmedido con jubilados reprimidos y una nena gaseada

Además de la represión, el gobierno de Milei oficializó un aumento irrisorio del 2,4 por ciento para los haberes y pensiones, y ratificó el bono de 70 mil pesos, que está congelado hace un año.

Hubo 38 personas afectadas por los gases lacrimógenos

Con un operativo desmedido, las fuerzas de seguridad usaron gas pimienta para reprimir a jubilados y jubiladas que se manifestaban frente al Congreso e hirieron a 38 personas, entre ellas a una nena de 8 años que pasaba por el lugar tras salir del dentista. Incluso, un cordón policial impidió que la columna de la UOM y otras organizaciones se unieran a la manifestación. Luego del accionar brutal del 12 de marzo en el que fue herido de gravedad el fotógrafo Pablo Grillo y el megaoperativo del miércoles pasado, Patricia Bullrich volvió a esparcir violencia hacia los adultos mayores. Pero no solo eso, más temprano la administración de Milei oficializó un magro aumento del 2,4 por ciento para los haberes y pensiones a partir de abril, y ratificó el bono extraordinario de 70 mil pesos, que se mantiene en ese monto desde marzo del año pasado. Un doble ataque en la misma semana en la que se venció la moratoria que deja afuera del sistema jubilatorio a más de 250 mil personas, la mayoría de ellas mujeres.
Pasadas las seis de la tarde, luego de la ronda alrededor del Congreso que realizan cada miércoles los jubilados, la división motorizada de la Policía Federal comenzó a amedrentar a la columna que estaba sobre Hipólito Yrigoyen y avenida Entre Ríos. Minutos después, en la esquina de Rivadavia y Callao, los agentes comenzaron a golpear y gasear a los manifestantes.

“Atendimos a 38 personas por efectos del rociamiento del spray pimienta”, aseguró el presidente del CEPA

El rescatista comentó que la familia vive a siete cuadras del Congreso y que «ambos recibieron el rociamiento del spray”. “Una vez que fueron atendidos se fueron a su casa”, añadió Chalá. Es la segunda vez que la policía ataca a una menor, en septiembre del año pasado también fue gaseada un nena que estaba con su madre, hecho por el que Bullrich tiene una denuncia.
El operativo nuevamente fue exagerado en comparación con las personas que habían asistido a la marcha: se desplegaron cientos de efectivos de Prefectura, Policía Federal, Gendarmería y la Policía Aeroportuaria, una fuerza que no participa habitualmente de estas marchas. «A fuerza de golpes, empujones y bastonazos se obligó a los manifestantes a permanecer sobre la vereda», indicaron desde la Comisión Provincial de la Memoria (CPM). La organización también denunció que algunos de los integrantes de su equipo de monitoreo fueron agredidos, al igual que trabajadores de la Asociación contra la violencia institucional. «La policía motorizada también irrumpió una vez para evitar los cortes de calle. De manera violenta redujeron a los manifestantes hasta ubicarlos sobre la vereda y la plaza», agregaron desde la CPM.
Además de las organizaciones que se congregan cada miércoles, como Jubilados Insurgentes, Unión de Trabajadores Jubilados en Lucha (UTJEL) y el Plenario de Trabajadores Jubilados, también estuvieron partidos de izquierda y sindicatos como la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) y la agrupación Madres de Plaza de Mayo, entre otros. Uno de los gremios que participó fue la Unión Obrera Metalúrgica (UOM). Sin embargo, la columna que encabezó Abel Furlán, que se había congregado más temprano en Avenida de Mayo para luego avanzar hacia el Congreso, fue rodeada por efectivos de la Policía, que los rodearon y le impidieron llegar al epicentro de la convocatoria, en un nuevo atropello al derecho a la protesta por parte de las fuerzas que comanda la ministra Bullrich.

En una de las banderas se leía: “Todos somos jubilados, es una cuestión de tiempo”; «Robar a los jubilados es un crimen social». «Ayudame a luchar, el próximo viejo sos vos»

Pero la violencia de Milei no es solo física, hoy el Gobierno Nacional oficializó un mínimo aumento del 2,4 por ciento para los haberes jubilatorios y pensiones a partir de abril, y confirmó que otorgará nuevamente un bono extraordinario de 70 mil pesos –el mismo monto desde hace un año– y que no lo incorporará formalmente. Ahora, la mínima pasa a unos irrisorios 285.820 pesos, que mantienen las jubilaciones por debajo de la línea de indigencia.
La integrante del Plenario Nora Biaggio denunció la gravedad de la eliminación de la moratoria previsional, que se venció el domingo y que deja afuera del sistema a nueve de cada diez mujeres y ocho de cada diez hombres. “Además del aumento inmediato de haberes para llegar a una mínima de 1,2 millones y de la restitución del 100% de descuento de los medicamentos de PAMI y obras sociales, lo que también pedimos es que haya jubilación universal cualquiera haya sido la situación de contratación”, sostuvo.

Biaggio aseguró que habrá otras instancias para continuar con la organización de las agrupaciones de adultos mayores. «Este sábado 29 hacemos el tercer plenario de las organizaciones de jubilados en la Mutual Sentimiento, para definir un nuevo plan de lucha»