Todo (s) sobre la mesa

POR NAHUEL PALOMO

La búsqueda de nuevas construcciones electorales nos retrotrae a viejos anhelos estratégicos. La vice señala que todo está sobre la mesa y le quita hazaña a las terceras vías que se presentan como novedosas. CFK2023, ¿con quienes?

cristina dejó en claro que, a futuro, los escenarios electorales no lograrán presentar grandes sorpresas

“Todos han tenido actuación política en gobiernos de la primera Alianza, del gobierno de Macri y a la otra novedad de la política la tenemos levantando al gobierno de los 90 y del ministro de la convertibilidad. Todo está sobre la mesa. Venimos a hablar en nombre de 12 años y medio de gobierno”. Con esta frase, Cristina dejó en claro que, a futuro, los escenarios electorales no lograrán presentar grandes sorpresas, dado que los posibles candidatos se encuentran encuadrados en partidos que ya gobernaron, o en ideologías que ya estuvieron en la práctica. Sin embargo, quien no se encuadra en este análisis es el presidente. ¿En qué sector de la mesa se encuentra el gobierno del FdT? Deliberadamente la vice eligió no poner a Fernández sobre la mesa pública. Lógico que la defensa esgrimida desde Casa Rosada recuerda que el hoy presidente tuvo como principal sostén político, el haber sido jefe de gabinete del primer gobierno de Néstor. La línea argumentativa de Cristina se concierne con lo que muestran las principales encuestas a nivel nacional; da señales de mayor crecimiento el perfil pseudolibertario de Milei, que el mismísimo presidente de la nación.
En la misma línea que su madre, el presidente del PJ bonaerense llamó a declinar aventuras personales y señaló que “para aventureros está el turismo». Dos semanas después de decir que CFK no iba a ser candidata, y que “el peronismo no tiene candidatos”, Máximo invita a Fernández a desistir de la candidatura y allanar el camino para Cristina 2023. Después de 2 años de embestidas permanentes contra la legitimidad presidencial, el kirchnerismo está decidido a confrontarlo públicamente, pero no en los escenarios electorales. Cabe señalar que estamos hablando de una regla que se contradice en su accionar, y que no deja de ser sumamente difícil de justificar.

Máximo invita a Fernández a desistir de la candidatura y allanar el camino para Cristina 2023

Claro está que el sector que ostenta de una mayor cantidad de votos pretende que el presidente de la Nación decline su candidatura un año antes. ¿Acaso eso no dañaría de cuajo el poco poder institucional que tiene la política? Y más aún, ¿se puede reconocer un año antes que el gobierno fracasó? Si se entiende a la política como la construcción y el dominio del poder para transformar las realidades, se le estaría pidiendo al presidente que reconozca que no es competitivo para ejercer hoy en día la función pública. Esto parecería implicar un importante riesgo democrático.
Hace tiempo que el peronismo ha entrado en una fase de solidaridad dirigencial que no se alinea con un plan de gobierno de similares características. Llama la atención la liviandad con la cual se “pide” que “se bajen” de candidaturas que poco se han discutido en el seno de las bases partidarias. Parecería ser que el gobierno entró en un clima de cancelación absoluta. Yo no sé si quiero ser, pero él/ella no puede serlo. No hay presentación de alternativas a las críticas esbozadas, ni redireccionamiento de políticas públicas, pero sí abundan las discusiones públicas. La vicepresidenta presenta como alternativa su gestión al frente del poder ejecutivo, que finalizó con el salario en dólares más alto de toda la región, pero que a priori no parece ser tentativo para el electorado que un día la voto, y a los años optó por Macri. Los que mueven la aguja, los que te definen la elección, son el 15,8% que no sabe su postura ideológica. Los que se creen apolíticos y quieren que los políticos hablen de los problemas reales de la sociedad. Reclamo legítimo y honesto. Respuesta ausente.
La situación se complejiza cuando se buscan respuestas a la ingeniería electoral y política que llevaría a Cristina a presentarse como candidata. Si bien es cierto que en la previa al 2019 era difícil imaginar un escenario de unidad entre sindicatos-movimientos sociales-gobernadores-intendentes-kirchnerismo-massismo, y que un tuit logró solucionar ese problema, ingenuo sería obviar los resultados que hoy están a la vista de todos. Si antes era complejo que todos los sectores peronistas se encolumnen detrás de la figura de CFK, hoy esa acción parece aún más alejada. Si el espanto que generó el gobierno macrista en las filas peronistas no alcanzaba para alinear a la tropa detrás de la jefatura kirchnerista, hoy en día las diferencias personales que se desarrollaron desde el gobierno, complejizan aún más ese horizonte.
Poco se ha hablado sobre los puentes que trazaron 3 dirigentes importantes de la órbita kirchnerista hacia la Unión Cívica Radical. Cuenta Iván Schargrodsky en su newsletter semanal, que Wado de Pedro plantea ampliar la coalición para salir de la mirada interna del frente. Y como si alguien tuviera dudas de que el Ministro del Interior no da declaraciones ni movimientos sin el consentimiento político de Cristina, la vice en el acto en la UOM fue generosa con el partido centenario al reconocer que “muchos radicales acompañaron” la recuperación estratégica de Vaca Muerta.
Párrafo aparte se merece la participación de Larroque en el programa de radio, El fin de la metáfora. En sintonía con lo expuesto por su espacio político, el secretario general de la organización que responde a la vice pidió “recuperar el rol histórico del radicalismo”. Fánatico del fútbol y en la previa mundialista, el Ministro de Desarrollo de la Comunidad de la PBA le tiró un centro explícito a Gerardo Morales, al recordar su férrea oposición a la alianza con Macri en la Convención de Gualeguaychú, y al revalorizar sus posicionamientos económicos heterodoxos cercanos a la lógica kirchnerista. A la publicación de estas líneas, la respuesta pública del jujeño no ha sido un hecho.
No es novedoso el intento kirchnerista de construir alianzas políticas que vayan más allá de las estructuras orgánicas del PJ nacional. La búsqueda de legitimidad que requería el Kirchner del 2003, sumada a la necesidad de romper con el padrinazgo político limitante de Eduardo Duhalde, llevaron a indagar en alianzas para copar el campo progresista de turno. Sin embargo, confiado del liderazgo kirchnerista dentro de la estructura partidaria, el kirchnerismo buscó ampliar el campo electoral para el 2007 y tejió la alianza política con la UCR. Aunque terminó siendo Julio Cobos, pudo haber sido Anibal Ibarra; pero la cuestión de fondo aún reside en la estrategia de buscar alianzas que excedan la organicidad partidaria. En la misma entrevista anteriormente citada, en la que Larroque dijo trabajar “para generar las condiciones para que Cristina sea candidata”, remarcó que una mala experiencia política como la de Cobos no le puede cerrar la puerta a un nuevo acercamiento con los correligionarios. Seguramente que al kirchnerismo no se le escapa el hecho de que el Ministro de Economía y el gobernador jujeño son socios políticos -Carlos Haquim de por medio- en la gobernación de esta provincia.

CFK continúa convocando a todos los sectores heterodoxos de la política nacional

Como cuadro estadista que lo es, la vice hizo mención pública de su lectura de la política internacional del 2019 para elegir a Fernández como candidato a presidente, por lo cual esa línea la debe llevar a analizar la estrategia política esbozada por Lula Da Silva para acceder a la presidencia de su nación en un escenario de radicalización de derechas. Conocedora de las limitaciones partidarias y electorales que tenía Lula, y de las cuales ella también es rehén, CFK continúa convocando a todos los sectores heterodoxos de la política nacional. Sin embargo, está a la vista que una convocatoria sin discusión de programa de fondo es una estrategia incompleta y poco eficiente.