Presentará el programa «dólar agro», que establecerá un tipo de cambio diferencial y temporal para una serie de complejos agroindustriales, entre ellos el sojero y producciones de economías regionales.
El plan, denominado Programa de Incremento Exportador, se extenderá desde el 8 de abril hasta el 24 de mayo para la cadena sojera, y entre el 8 de abril y el 7 de julio para las exportaciones de economías regionales
El acuerdo con las cerealeras, de manera específica, establece un mínimo garantizado de liquidación por un periodo que no va a superar los 45 días. El acceso al programa contará con criterios de elegibilidad para poder formar parte del mismo.
El primero de ellos comprende la participación en el programa Precios Justos, de manera de garantizar el abastecimiento interno a precios accesibles. «La empresa que no entra a Precios Justos, no entra al programa exportador», remarcaron en el Palacio de Hacienda.
Otro de los criterios pasa por la «garantía de empleabilidad», debido a que son economías que generan empleo, ya que en la actualidad el sector abarcado por el programa cuenta con un total de alrededor de 380.000 puestos de trabajo.
La medida también tiene por objetivo funcionara como un programa de protección a productores, de manera de servir a la instrumentación de decisiones paliativas relacionadas con la sequía
Esto último permitirá aplicar criterios de simplificación y de automatización para 69 mil productores afectados por la sequía.
El programa contará con un régimen de sanciones para las exportaciones que no se cumplieron, que abarcaría a alrededor de un centenar de empresas con plazo vencido para liquidar.
El tipo de cambio diferencial que se establecerá para la cadenas sojera como para las economías regionales será el mismo, señalaron fuentes oficiales.
En tanto, fuentes del sector privado indicaron que el tipo de cambio que se aplicaría sería de $300 por dólar.
En el mercado esperan que el volumen a comercializar durante este período alcancen las ocho millones de toneladas de soja, si bien eso dependerá de la posición de venta de los productores. Dicho volumen equivaldría a unos US$ 3.500 millones, estimaron las fuentes consultadas.
Según datos de la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios, a la fecha se llevan comercializados 36,3 millones de toneladas de soja de la campaña 2021/22 sobre una cosecha estimada en 44 millones de toneladas, lo que da cuenta la existencia de un potencial remanente de 7,7 millones de toneladas.
No obstante, fuentes privadas estiman que el stock disponible de la cosecha anterior está calculado en 4 millones de toneladas.
En cuanto a la cosecha actual, que recién comenzó con rendimientos muy por debajo del promedio de las últimas campañas, en el caso de la soja proyectan una producción de 25 millones de toneladas, lo que implica una merma del 40% respecto al volumen del ciclo anterior.
La magra producción de la oleaginosa que se espera -la peor en 23 años- restará unos US$ 7.300 millones de ingresos al fisco por exportaciones, en un contexto en el que comercialización de la misma se encuentra en niveles históricamente bajos.
La Bolsa de Comercio de Rosario informó que del presente ciclo «se llevan vendidas 4,8 millones de toneladas, algo menos de la mitad de lo comercializado en la campaña pasada a la misma fecha»
«En términos de porcentaje de la producción esperada, la comercialización alcanza el 18%, cuando el año pasado totalizaba un 24%, y representa la menor proporción desde la campaña 2016/17», indicó el trabajo.