En este nuevo escrito, y ante declaraciones de las últimas semanas de diversos funcionarios y del propio presidente Alberto Fernández que reclaman por «mayor unidad», intelectuales cercanos a la vicepresidenta y a La Cámpora expresaron que solo hay unidad «si continúan activas las políticas que le dieron origen».
el Presidente dijo este lunes que «es imprescindible la unidad del Frente de Todos para enfrentar los problemas de la Argentina
En medio de las tensiones internas dentro del Frente de Todos, un grupo de artistas e intelectuales ligados a sectores cercanos al a vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y a la Cámpora, publicaron un documento en el que responden a otro documento de intelectuales emitido hace una semana que llevaba como principales firmantes a los tres asesores presidenciales, algunos funcionarios del gobierno y a otras figuras también vinculadas al kirchnerismo. En este nuevo escrito, y ante declaraciones de las últimas semanas de diversos funcionarios y del propio presidente Alberto Fernández que reclaman por «mayor unidad» -el Presidente dijo este lunes que «es imprescindible la unidad del Frente de Todos para enfrentar los problemas de la Argentina y evitar que vuelva la derecha»- los intelectuales expresaron que «la unidad no se mantiene porque se la nombre. Se mantiene si continúan activas las políticas que le dieron origen. Hay unidad porque hay otra cosa que justifica que la unidad exista. Esa otra cosa son las políticas que la estructuraron. La negación de ese exterior constitutivo de la unidad despolitiza la discusión de las tensiones de la unidad». Luego, agregaron que «la unidad política requiere de permanente debate político. Ello es lo que falta y a eso convocamos».
«la unidad no se mantiene porque se la nombre»
En otros fragmentos, en el documento que es firmado por Teresa Parodi; Eduardo Basualdo; Liliana Herrero; Roberto Salvarezza; Adrián Paenza; Cynthia García, Alberto Kornblihtt; Rita Cortese; Noe Jitrik; María Pía López; “Mempo” Giardinelli; Marcelo Figueras; Eduardo Rinesi y María Seoane, entre otros, hay fuertes críticas a la gestión de Fernández. Cuestionan, por ejemplo, la falta de anuncios contundentes al decir: «la política gubernamental ha llegado a su punto más trágico: la preparación de escenarios de anuncios donde no se realizan anuncios. Es la práctica fallida de anticipar políticas que no se concretan: el mismo gobierno genera las expectativas y la defraudación de las expectativas». «Allí irrumpen los instantes crueles en donde la moderación se transforma en impotencia. Deciden bajarle la intensidad a la política y, como efecto no deseado, suprimen a la política. Proponen ir despacio pero terminan inmóviles. Pretenden hablar suave pero se vuelven inaudibles. Todo lo que se presenta moderado termina siendo débil y sin capacidad transformadora. Es necesario recordarlo: los gobiernos no se evalúan por sus intenciones, sino por sus realizaciones», resaltan.
«el mismo gobierno genera las expectativas y la defraudación de esas expectativas»
Los intelectuales agregaron, en esa línea, que «cuando se pretende hablarles a todos se termina hablándole a nadie. Cuando se pretende no pelearse con nadie, se termina peleado con todos. El conflicto existe. No asumirlo, lejos de ampliar la base de sustentación, diluye, a los que no lo protagonizan, en la nada política». «¿Queremos la unidad? Por supuesto que sí. Unidad como concepto estratégico. Para que sea posible, es necesario dotarla de sentido; dejar que aparezca lo que ha estado y sigue estando por fuera de ella: las políticas que le dieron origen; la memoria histórica que la habilita», dicen en otro tramo.
En gran medida la carta polemiza con el documento publicado el domingo pasado por otro grupo de intelectuales. Sobre este punto especifican que «un grupo de compañeros y compañeras proponen, en un reciente documento, una discusión en la que el gobierno del Frente de Todos parece no tener ni origen ni sujeto. Por un lado, la palabra unidad flota en un vacío autosuficiente, como si no hubiera sido consecuencia de acuerdos entre diversos sectores políticos. Por el otro, el sujeto al que debieran dirigirse las políticas públicas -la base electoral del Frente de Todos- es apenas nombrado en un par de párrafos rápidos. Ni la memoria colectiva, ni el pueblo trabajador, ni la base social del Frente de Todos son protagonistas». En el escrito critican y se preguntan por qué en la carta de la semana pasada no fueron mencionados los términos “Macri”, “macrismo”, “Juntos por el Cambio”, “sistema financiero”, “precarización”, “concentración”, “desigualdad”. «No hay oponente concreto. En el mundo del consenso, y en las formas suaves del lenguaje, no hay lugar para oposiciones fuertes ni para el desarrollo de conflictos», subrayan.