Un amplio sector del radicalismo planta en la provincia de Buenos Aires la semilla con la que busca germinar su renacimiento. El cierre de listas y la debilitada campaña nacional y provincial de Juntos por el Cambio tiene a muchos descontentos y hasta enojados en las filas de la Unión Cívica Radical (UCR).
Facundo Manes y Martín Lousteau acercan posiciones con intendentes y dirigentes de la UCR que quedaron heridos tras las PASO
Figuras que quedaron en el camino de las internas como Facundo Manes y Martín Lousteau, miran con desconfianza los acercamientos del PRO con el libertario Javier Milei y ya arman una estrategia de despegue para el día después de los comicios.
En el sector disidente de la UCR provincial, opositor al espacio que comanda Maximiliano Abad, mascullan bronca por la baja performance electoral que ven en Patricia Bullrich y en Néstor Grindetti. “Hace un año teníamos la elección ganada y hoy la tenemos en disputa con Milei y todo lo que representa, que es un modelo que no podemos aceptar”, señaló a Infocielo una fuente del espacio disidente.
El radicalismo, dicen, está convulsionado y, si bien tratan -o al menos así lo expresan- mantener cánones de unidad para llegar lo mejor posible a la elección de octubre, es un contexto complejo porque “hay mucho enojo de afiliados y de la dirigencia por cómo fueron los cierres de listas”.
Desde Evolución, el sector que comanda Lousteau, fueron al hueso: “Nada indica que Grindetti vaya a ganar, lo que reduce mucho las expectativas y genera muchas dudas de cómo se produce esa integración con el PRO”. Todo dependerá de lo que determinen las urnas.
“Nada indica que Grindetti vaya a ganar»
Al igual que señalaron algunos intendentes a este medio y otros que se fueron con insultos de los grupos de WhastaApp, “hubo ciudades en las que el radicalismo tuvo que bajar sus listas para que se impusiera el PRO cuando veníamos de ser protagonistas”, se quejan y advierten que “daña las posibilidades de diálogo y de acuerdo”.