Por Nahuel Palomo
La decisión del jefe de gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, de que los porteños elijan cargos nacionales y locales el mismo día, pero con sistemas de votación distintos, profundizó una interna partidaria que lleva meses de tensión. Los diferentes mecanismos institucionales que formaron no permitieron cerrar las diferencias, no sólo entre larretistas y bullrichistas, sino también entre el fundador y líder político, Mauricio Macri, con el actual jefe de gobierno de la CABA.
Macri pidió por su primo, Jorge, pero Horacio no terminó de hacer explícito su apoyo político
El pasado 24 de Marzo, cuando se reunieron Larreta y el ex presidente de la Nación, acordaron que Propuesta Republicana llevaría un solo candidato en la ciudad, cuna y bastión del partido amarillo. Macri pidió por su primo, Jorge, pero Horacio no terminó de hacer explícito su apoyo político. La reunión tuvo dentro de su temario el “sistema de votación”, pero no se saldó y dejó intranquilo al Ingeniero, esto dio paso al primer desafío de independencia política a Larreta.
La intranquilidad de Macri no era total, dado que creía que su ex jefe de gabinete no apostaría por desafiarlo de forma pública y atreverse a deslegitimar su liderazgo partidario. Sin embargo, la ambición presidencial y el acuerdo político entre Larreta y la Unión Cívica Radical pesó más. El larretismo equilibra la falta de apoyo político de los halcones PRO con la estructura nacional del partido centenario, y sabe que no hay 2023 sin igualdad de condiciones de competencia entre Jorge Macri y Martín Lousteau.
Las declaraciones dominicales del presidente de la Fundación FIFA sobre el posible desdoblamiento electoral buscaron oficiar de advertencia, pero puede que haya producido un efecto contraproducente que terminó de convencer a Larreta de que era la mejor decisión en su camino de mostrarse como una figura fuerte y con poder de decisión propio. El primer paso lo dió, aunque el desafío residirá en mantener este perfil de líder y no desvanecerse (una vez más). Puede que la experiencia presidencial del Frente de Todos en 2019 y la victoria de Santilli en 2021, lo hayan hecho reflexionar que las contiendas electorales son fundamentales pero no suficientes para erigirse como conductor de un proceso político determinado. Restará ver hasta dónde están dispuestos Macri, Bullrich, Vidal y Cornejo a tensionar la relación y cobrarse esta decisión autónoma que se tomó desde CABA.
Si la desilusión es un problema de expectativas previas, Macri pecó de creer que su ex jefe de gabinete no rompería con el padrinazgo político que supo darle. Se le rompió la ilusión de ver en Larreta a un alumno que jugaba, pero no se definía por la rebeldía. Si la subestimación es un problema de valoraciones menores y mayores, el ingeniero creyó que nadie, dentro de su partido, tendría la fuerza necesaria como para poner en discusión su liderazgo. El Macrismo sabe que este fue el comienzo de una interna abierta sobre, no solo la sucesión de la ciudad, sino también sobre la legitimidad con la que puede continuar el fundador. Larreta sabe que no hay discurso, ni comunicación que lo salve, que su única herramienta será la victoria nacional. Si Evolución Radical gana la elección de la capital de nuestro país, tendrá que hacerse cargo de la derrota de su partido allí, pero si Jorge Macri lo hace, encontrará puertas cerradas.
Macri pecó de creer que su ex jefe de gabinete no rompería con el padrinazgo político que supo darle
En su plan de no perder protagonismo ni mostrarse debilitado, Macri llamó a un encuentro virtual con los principales referentes del partido, donde se ocupó de romper la justificación técnica de Santilli y dejar en claro que no había lugar (puertas adentro) para “argumentos legales, cuando esto tuvo claramente una motivación política”. A ese encuentro virtual, Larreta no asistió por causa de los organizadores y las invitaciones, o por decisión propia de él. Cuesta creer la versión de los funcionarios porteños acerca de la falta de invitación.
Macri hizo uso de la metáfora de la lapicera que alguna vez utilizó CFK, pero en sentido inverso. En su momento, la líder del FDT le recordó a Alberto Fernández que la posesión de la lapicera le pertenece y lo invitó a usarla, a diferencia del ex presidente que remarcó que, por más que le pertenezca, el accionar de Larreta no puede ser aislado y sin consensuar con el resto de las partes, entre ellas, su ex aliada, María Eugenia Vidal.
En el medio, el día martes, el Frente de Todos de Vicente López pidió la renuncia del actual Intendente en uso de Licencia, Jorge Macri. Sí, el candidato a jefe de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires de mayor confianza del ex presidente para continuar con la hegemonía PRO, es intendente de un partido de la provincia. Esto no debería ser motivo de sorpresa para Larreta, quien impulsa a su ex vicejefe de gobierno como candidato a gobernador de la misma provincia. Similitudes sobran.
Da la sensación que la decisión tomó por sorpresa a una buena parte del PRO, que esperaba una semana de debates e idas y vueltas que propiciaran revertir la decisión porteña. La rigurosidad de su accionar y la revisión constante de sus mensajes comunicacionales refuerzan la versión de que el video del anuncio fue grabado la semana anterior. Cuesta imaginar que Larreta y su equipo de comunicación hayan tomado tal decisión en horas, si se tiene en cuenta que el material se publicó el lunes por la mañana y el mandatario hasta el domingo se encontraba en Barcelona visitando a su hija.
el Frente de Todos de Vicente López pidió la renuncia del actual Intendente en uso de Licencia, Jorge Macri
La jugada política de Larreta lleva a preguntarse si Macri no se bajó de la contienda electoral antes de tiempo. El jefe ¿o dueño? subestimó al gerente. El manejo de los tiempos políticos constituye un arte en sí mismo, donde los años electorales ofician de escenario principal. La habilidad estratégica del jefe se vio limitada por el as bajo la manga que guardaba el gerente.
Paradojas de la política nacional, al igual que su principal rival, Macri no pudo ¿o quiso? construir un sucesor político propio que excediera las reuniones familiares dominicales.
Poco se habla de las encuestas que deben llegar a las manos del ex presidente, donde, evidentemente, el ex ministro de economía de CFK, Martín Lousteau, mide bien. Macri, conocedor y beneficiado de esta estructura partidaria, teme que veinte años de ausencia radical encabezando proyectos gubernamentales sean suficientes para hacer de motor político para esta elección porteña.
Larreta quedó condicionado por su propio partido, pero más condicionado quedó por la Unión Cívica Radical, que hasta hace dos años parecía buscar su rumbo dentro o fuera de la coalición opositora. Lousteau y su partido no podrán decir que la igualdad de condiciones de la ingeniería electoral no fue dada, por lo que su suerte dependerá de su capacidad de construcción política y convencimiento al electorado de la ciudad. Estamos hablando de un candidato que, cuando compitió por la Jefatura del Gobierno, entre primera y segunda vuelta obtuvo 340.000 más, y que perdió en un ballotage que finalizó 51,64% a 48,36%.