Con un poroteo para el infarto, la Cámara baja se dispone a definir mañana miércoles el rechazo o aval al veto presidencial del Financiamiento Universitario. La oposición tiene importante caudal de votos pero debe garantizarse los dos tercios y el Ejecutivo inició un operativo sobre los gobernadores para conseguir los que le faltan.
Todo está listo para que la Cámara de Diputados defina este miércoles si el veto de Javier Milei a la Ley de Financiamiento a las universidades públicas nacionales que aprobó el Congreso queda firme o es rechazado
Solo con los fieles propios asegurados y ante la posibilidad de un panorama adverso, la Casa Rosada –a través del ministro Caputo- ya anunció que judicializará la ley si el Parlamento rechaza el veto presidencial. Aunque la mesa chica del PRO, con Mauricio Macri a la cabeza anunció que respaldará el veto de Milei (ver aparte), en la bancada amarilla y socia del Gobierno libertario saben que no podrán encolumnar a toda su tropa detrás de la decisión del expresidente. En la UCR –-que pidió la sesión— pujan por unificar posturas a favor del rechazo, pero admiten que habrá deserciones de radicales violetas que respaldarán el veto. El resto del grueso del espacio opositor, especialmente Unión por la Patria y Encuentro Federal que se pronunciaron por el rechazo, trabaja por garantizar la presencia de sus propios diputados en la sesión. Mientras el Gobierno aumenta las presiones sobre los gobernadores indefinidos (como Tucumán, San Juan y Misiones), pero que ante la magnitud del reclamo universitario aun evalúan el costo político que significará en sus propios territorios avalar el veto presidencial.
Voto a voto
La presidencia de la Cámara de Diputados oficializó la convocatoria a sesionar para este miércoles a partir de las 11 de la mañana para pronunciarse por el veto presidencial al financiamiento universitario, que habían pedido por separado la UCR; Encuentro Federal junto a la Coalición Cívica, el Movimiento Popular Neuquino y Por Santa Cruz; y Unión por la Patria.
Los números son muy finos en una disputa por tercios y con un final abierto donde los cálculos se siguen minuto a minuto
Desde las bancadas opositoras que pidieron la sesión afirman que alcanzarán una porción muy amplia de los 257 diputados que integran la Cámara baja: una cifra que alcanzaría 160 diputados que se pronunciarían por el rechazo al veto de Milei y la más optimista se extendería a 164.
Aún así la pelea es por alcanzar los dos tercios de los presentes en la sesión, necesarios para convalidar el rechazo. Por eso la mirada también está puesta en la vereda de enfrente y los números que puedan reunir el Gobierno y sus aliados para arañar el tercio de los diputados que permitan (como sucedió con la movilidad jubilatoria) blindar el veto de Milei. Si los bloques que van por el rechazo reúnen 160 votos, el Gobierno necesitará de 80 entre propios y aliados para alcanzar su objetivo; y 82 si los opositores sumar 164. Por eso la disputa también pasa por el rol que jugarán las presencias y ausencias en el recinto de uno y otro lado.